miércoles, 15 de octubre de 2008

Juegos para dos (Capítulo 2)

Pasaban los días y Sofía apenas había salido de su casa. Seguía dándole vueltas a todo lo sucedido un mes atrás, en la noche del viernes. Todo estaba borroso, recordaba imágenes y palabras sueltas sin sentido alguno.



Aquella noche ambos veían una película, comentando cada escena entre risas, sentados juntos en el sofá de Marcos. Ella tenía apoyada su cabeza en el hombro de él y cada vez que uno se reía el otro lo notaba. Se podía decir que en ese momento eran felices. Al acabar la película, Sofía levantó la cabeza, se giró y miró a los ojos a Marcos buscando un gesto crítico ante la película. Él la estaba mirando seriamente. Levantó una mano, la colocó sobre el cuello de Sofía, acercó su cara a la suya y la besó. Un beso corto y sencillo, aunque intenso. La pilló desprevenida y no supo como actuar, solo quería que no hubiera pasado. Tomó una decisión nada acertada, y salió por la puerta sin decir nada. Mientras caminaba hasta su casa, su móvil no paraba de sonar. Marcos necesitaba hablar con ella, pero lo que Sofía necesitaba era arrinconarse sola y pensar, pensar y pensar. Su móvil siguió sonando hasta las 3 de la mañana, pero ni una sola vez lo cogió. Aquella noche no durmió, solo buscaba una forma de afrontar lo sucedido. Con los primeros rayos de sol, algo en ella cambió y se decidió a llamar a Marcos. Tuvo que intentarlo varias veces, pero al final contestó.

- Fui un poco estúpido anoche. – dijo él nada más descolgar – pero no quiero que nada entre nosotros cambie por una tontería.

- ¿Una tontería? A mi no me lo parece. Si me besaste es porque sientes algo por mí y dudo que sea lo mismo que siento yo. Te conozco desde hace años y nunca he pensado en ti de esa manera, siento que tú sí. Es difícil decirlo, pero prefiero que dejemos de vernos por un tiempo hasta que te aclares tus ideas.

- Sofía, creo que estas llegando tú sola a unas conclusiones demasiado serias para no haberme dejado explicarme. Quedemos esta tarde y hablamos.

- No, Marcos. Cada uno debería pensar en lo que ha pasado, por separado.

- No me estas dejando explicarme.

- No quiero que me expliques nada. No me llames más. Ya te llamaré yo. – Sofía colgó sin dejar tiempo a explicaciones.

2 comentarios:

Rhaegar Targaryen dijo...

Hola! Acabo de leer tu blog. Me gusta la historia (aunque sea tan solo de dos capitulos). Te leeré en el futuro.

David R. dijo...

Ya tengp el churulo este en funcionaamiento...

Leere esto más adelante, que me tengo que pirar :P