La abraza por detrás y le susurra al oído:
Te quiero así por siempre, delante de mí, dónde te pueda ver
y abrazar. Que puedas sentir mi pecho respirar contra ti y que cada vez que
pasa más tiempo a tu lado, el corazón va más rápido. Quiero que este calor te
proteja del frío exterior.
Ella recoge sus brazos para coger sus manos, pero siguen
todo el camino de su cadera sin que se topen en ningún momento con nadie más y,
por un momento, piensa que algún día alguien también amará su imaginación.
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